Cómo apoyar psicológicamente a los familiares de un enfermo terminal

enfermedad terminal

Aunque la muerte es una parte natural de nuestro paso por la vida, a veces es muy difícil de aceptar. La mayoría de las personas no están preparadas para afrontar su propio deceso. Pero es mucho más complicado cuando vemos como un ser querido entra en la recta final de su vida. Contemplar como se apaga la persona a la que tanto amamos es un trance muy complicado para la mayoría de las personas. Y allí es donde la ciencia debe aportar su mirada para saber cómo apoyar psicológicamente a los familiares de un enfermo terminal.

El principal problema radica, justamente, en el lugar hacia adónde apuntan todas las miradas. Lógicamente, es hacia la persona que está a punto de morir. Sus familiares y amigos estarán pendientes de ella. Si ha sido amable y comprensivo durante su vida, estará rodeado de muchos seres queridos. Además, contará con la contención de un equipo médico y, en el mejor de los casos, hasta de acompañantes voluntarios. El problema radica en lo siguiente: ¿Si todos se ocupan del enfermo terminal, quién apoya a los seres queridos que lo acompañan?

La posición de los seres queridos y acompañantes de un enfermo terminal es complicada. Al tiempo que se enfrentan a su propia angustia ante la enfermedad y la muerte, también tienen que mostrarse fuertes y estar presentes para apoyar al enfermo.

Hablar con el otro

En los momentos en que la muerte aparece en la vida de las personas, las palabras no alcanzan a mitigar el dolor. Muchas veces, ante un amigo o familiar que ha sufrido recientemente una pérdida dolorosa no sabemos qué decir. Y por miedo a quedar desubicados o decir alguna frase inconveniente, no pronunciamos palabra. Sin embargo, siempre es mejor una demostración de aliento que nuestro amigo o pariente seguramente esté esperando de nuestra parte.

Incluso si nosotros también estamos afectados, nuestra función para apoyar psicológicamente a los familiares de un enfermo terminal puede ser mucho más simple.  Tampoco tenemos que obligarnos a dar un paso al frente y encontrar las palabras justas de consuelo. Pero seguramente bastará con darle a la otra persona la posibilidad de hablar de sí misma, de sus miedos y sentimientos.

Un pequeño gesto será un gran paso en este momento. Una simple pregunta, “¿Cómo te sientes?”, será suficiente para desatar el alivio de nuestro interlocutor. Lo importante es hacer preguntas abiertas para generar conversación y dejar que las respuestas de nuestro amigo o pariente fluyan gradualmente, sin generar ninguna presión.

Escuchar al otro

Una frase popular indica que como tenemos dos oídos y una sola boca, todos deberíamos escuchar el doble de lo que hablamos. En los difíciles momentos en los que nuestro amigos están despidiendo a un enfermo terminal, ese proverbio viene a la perfección.

Si prestamos atención al escuchar a alguien que está perdiendo a un ser querido, descubriremos un vendaval de sentimientos que se agita en su conmovido interior. Tristeza, miedos, arrepentimiento, amargura, rebeldía, miedo. Todas esas emociones saldrán a la superficie de su cuerpo, y lo más normal del mundo será dejarlo que se exprese. Si la persona logra llorar, será un verdadero alivio para su mente y almas atribuladas.

De esta manera, podremos animar a esa persona, tranquilizarla o reconfortarla. La función de quienes acompañan a los que acompañan a un paciente terminal es estar presentes y disponibles. Estar a su lado será la contribución más grande que podremos realizar.

Este acompañamiento generará empatía en un momento difícil de la vida. Tenemos que estar dispuestos a compartir con la otra persona todo su sufrimiento. Si nuestro amigo o pariente recibe nuestra, más se abrirá y hablará sobre lo que realmente le afecta.

Ser empático no siempre es fácil. Nosotros tenemos que demostrar entereza, como mencionamos anteriormente. Y muchas veces, consolar a alguien afectado por la idea de la muerte inminente de un ser querido genera sentimientos similares en nosotros. Pensar  en nuestra propia muerte, o en la de alguien muy importante para nosotros, nos causará miedo.

Hablar con el enfermo

Una parte importante de cómo apoyar psicológicamente a los familiares de un enfermo terminal es, justamente, animarlos para que hablen sinceramente con el paciente.

Es muy común que la familia no se atreva a hablar con el enfermo para protegerle. Del del mismo modo, el enfermo no se anima a expresarse con su familia con la idea de protegerla. Esta falta de comunicación no contribuye en nada. Solamente aumenta la angustia contenida en ambas partes. Por eso, es muy útil animar a los seres queridos a que hablen sobre sus sentimientos. Los miedos que experimenten son naturales, y por eso es mejor dejarlos salir para que todos sientan que viven emociones similares. Allí se generará entre todos los involucrados la empatía que mencionábamos anteriormente.

Manejo de la culpa

Una ayuda fundamental para los allegados a un enfermo terminal es liberarlos de la culpa. En demasiadas ocasiones, los familiares del entorno del paciente que se encamina inexorablemente a la muerte lamentan no haber estado lo bastante presentes.

“Debería estar más ahí”, “No vengo suficiente”, “Podría haber hecho algo más”, “esto fue mi responsabilidad”, y pensamientos similares son los que ocupan la cabeza de la mayoría de las personas que tienen a un ser querido en situación de enfermedad terminal.

Cuando esto ocurre, quienes tenemos un poco más de distancia con el caso, tenemos que recordarles a quienes están sufriendo que un enfermo también tiene, a veces, la necesidad de estar solo consigo mismo y ante la enfermedad.

Otra causa recurrente de culpabilidad es no estar junto al enfermo en el instante en que muere. Algunas personas sienten esto como una auténtica tragedia. Por eso le dedican cuerpo y alma al acompañamiento y tratan de cumplir el imposible de estar las 24 horas en la cama al lado del paciente, lo que tampoco es bueno para ellos. En ese caso, es importante remarcar que el enfermo, muchas veces, “se deja ir” precisamente cuando sus seres amados han salido para aliviarles la conciencia.

Ingeniero informático, actualmente CEO y propietario de las empresas psiqueviva.com. Amo escribir y leer artículos interesantes e intento proporcionárselos a los usuarios de esta plataforma.

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