El estado de flow tiene su origen en las investigaciones realizadas por la psicología positiva. Está relacionado, como veremos a continuación, con un estado profundo de bienestar en relación a la actividad que estemos desempeñando.
La mayoría de nosotros hemos experimentado en alguna ocasión la sensación de que estamos tan inmersos en una actividad concreta, que perdemos la noción del tiempo, nos olvidamos de nosotros mismos, no atendemos a ninguna otra cosa, todo queda relegado a un segundo plano…
Al terminar la actividad en la que nos encontrábamos tan absortos nos quedamos desorientados, y decimos la tan famosa frase “Se me ha pasado el tiempo volando…” Esta sensación que experimentamos se conoce como estado de Flow o fluir, se trata de un estado emocional positivo, que fue desarrollado por Mihály Csíkszentmihályi, considerado como uno de los psicólogos más prestigiosos en la investigación sobre psicología positiva. Su libro más famoso sobre este tema «Flow: The Psychology Of Optimal Experience» ha cosechado grandes éxitos, siendo de gran influencia en manuales de las nuevas escuelas de psicología positiva.
¿Qué supone el estado de flow?
Este estado emocional positivo se puede llegar a experimentar con cualquier actividad como pintar, escribir, dibujar, conversar, jugar al ajedrez o practicar un deporte. Se caracteriza por una implicación total en la actividad, en la que nada más parece importar, la concentración es absoluta, en ese momento la persona considera que controla su destino, sintiendo una gran satisfacción y júbilo.
Mihály Csíkszentmihályi nos muestra en este apasionante vídeo a que se refiere con el estado de flow:
La experiencia es en sí placentera más allá de la diversión, y no importan las adversidades ni los obstáculos que aparezcan. Ya que se trata de un sentimiento espontáneo de poco esfuerzo, que se logra adentrándonos en este estado de éxtasis. Donde nos encontramos haciendo lo que realmente queremos hacer.
Este estado de fluidez se produce cuando las capacidades y habilidades con las que contamos están en equilibrio con los retos y desafíos que la actividad plantea. Por lo que las metas deben de ser realistas, y la tarea al estar en armonía con las habilidades propias del individuo, no puede ni resultar demasiado difícil ni demasiado fácil.
Cuando encontramos auténticas genialidades, es comprensible que sus autores hayan podido lograrlo encontrándose bajo este estado, ya que al contar con las habilidades adecuadas, el esfuerzo, compromiso y dedicación no habría supuesto un desgaste sufrido. Al contrario, dichos autores experimentaron una felicidad y bienestar que les hizo no querer centrarse en nada más que en aquello que les importaba. Esto explicaría lo prolíficos que son muchos genios de los que ya han pasado a la historia, cada cual en su actividad, como Lope de Vega con la poesía, Mozart con la música o Miguel Ángel destacando en pintura y escultura.
Como ya hemos dicho esta felicidad puede experimentarla cualquier persona con cualquier situación y actividad, siempre que se reúnan las características mencionadas, de guardar el equilibrio entre la destreza y la complejidad que requiere dicha actividad.
Es importante por lo tanto encontrar tales actividades en nuestra vida que nos hagan experimentar la fluidez, ya que estas actividades serán las que nos permitan llegar a la excelencia, el buen hacer en el desempeño de nuestro trabajo, y la satisfacción de darle un mayor valor y sentido a la vida. Seguramente la clave esté en hacer lo que más nos gusta, haciéndolo de la mejor forma posible que nuestras capacidades nos permitan.
Me parece excelente. Yo juego al ajedrez y cuando lo estoy haciendo siento placer y llego a ese estado de fluidez que Ud. Menciona. Creo que el hombre puede alcanzar la felicidad haciendo lo que realmente le guste.