Las estrategias en publicidad no conocen fronteras, traspasan todos los límites, una buena prueba de ello es el neuromarketing. Las técnicas de la neurociencia han sido aprovechadas por los publicistas, y esto es algo que nos repercute a todas las personas. La publicidad está cambiando nuestra forma de vida, día tras día estamos en contacto con ella, y aunque creamos que no estamos influenciados por ella, lo estamos mucho más de lo que creemos.
La publicidad basada en el neuromarketing ha logrado realizar investigaciones para comprobar nuestros hábitos de consumo: qué estímulos son a los que más atención prestamos, y de qué forma pueden llegar mejor a nosotros con estrategias que influyen en nuestro comportamiento, para que tomemos decisiones que han trasladado a nuestro inconsciente.
Publicidad en constante renovación
Ante el crecimiento de los medios digitales, se ha extendido el mercado publicitario encontrándose con nuevos retos. Una mayor competitividad para ver quien es capaz de captar la atención del consumidor, y un mayor despliegue de posibilidades para conseguir crear más necesidades y en consecuencia generar más ventas de un producto determinado. Las estrategias de marketing necesitan renovarse constantemente para asumir el reto de llegar a un público cada vez más cambiante, que además se siente agobiado por el continuo bombardeo de la publicidad a través de todos los medios.
Puedes tener un producto maravilloso que realmente sea bueno y sirva para muchas personas, sin embargo, si no lo publicitas de una manera adecuada el producto no se dará a conocer, no tendrá ninguna repercusión, y será desechado sin oportunidad alguna de ser probado. Es por esto que la publicidad cobra tanto poder, ya que cualquier producto con una buena publicidad puede convertirse en todo un éxito, generando millones de ventas.
Del marketing tradicional al neuromarketing
El marketing tradicional se ha quedado anticuado, por la necesidad de renovación ante el marketing online. La forma de comunicarse ha cambiado, se utilizan otros medios y otras plataformas que tienen una mayor repercusión. Las redes sociales, los blog, las aplicaciones móviles, y los medios digitales en general, han acaparado toda la atención.
Este es el punto de mira actual de los publicistas, es por ello que este tipo de renovación necesita de nuevas estrategias. Como la importancia que tiene el SEO a través de Internet para el posicionamiento de cualquier producto o marca, que queda bien especificado en este artículo de Romuald Fons .
Una estrategia en la que han centrado los publicistas sus investigaciones, y de de la que lleva ya un tiempo hablándose es la del neuromarketing. Este sector ha reconocido la importancia del cerebro en nuestra toma de decisiones, y es por ello que ha considerado oportuno realizar análisis sobre diferentes áreas del cerebro, destacando los niveles de atención, cómo se generan las emociones, y cómo se les puede sacar un mayor provecho para su beneficio (generando consumo).
Se analizan los estímulos percibidos a nivel consciente y subconsciente, midiendo tanto la actividad cerebral como el ritmo cardíaco. Estas investigaciones que se realizan les sirven a quienes se dedican al marketing para conocer mejor el comportamiento de sus consumidores. El neuromarketing está todavía en pleno desarrollo, y queda mucho por investigar.
El neuromarketing trabaja con nuestras emociones
El producto ya no es lo importante, ahora lo que cobra realmente importancia es llegar a emocionarnos, con una historia o una experiencia. Algo que nos genere sensaciones que sean captadas por nuestros sentidos para llegar a nuestros sentimientos. La publicidad pretende tocar nuestra fibra más sensible y es que han descubierto que es así como logran traspasar nuestra conciencia, para dejarnos recordatorios más permanentes.
Solo hay que ver este último anuncio de la lotería de navidad de 2016 para comprobar cómo funciona este tipo de publicidad:
https://www.youtube.com/watch?v=hknVVMfMzPo
Cuando una experiencia nos emociona, un recuerdo a nivel subconsciente queda en nosotros, para volver a salir en cualquier situación parecida. Las experiencias vinculadas a una emoción nos dejan grabados recuerdos más sólidos y permanentes, y esa es una estrategia para el marketing de un enorme valor.
Difícilmente podemos escapar del neuromarketing, puesto que lo que se nos vende ya no son productos, sino experiencias, y esto gobierna nuestras decisiones de compra. Se ha comprobado que las decisiones que tomamos para comprar algo, hasta un 95% de ellas se hacen de forma inconsciente, por lo que la razón no participa en este proceso. Es por ello que el neuromarketing se convierte en una estrategia esencial con un gran poder para el ámbito de la publicidad y de la estrategia empresarial.