La importancia de las emociones en la toma de decisiones

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Si piensas que tus decisiones están controladas, son voluntarias,  están debidamente razonadas y seleccionadas, es conveniente que conozcas la “Hipótesis del marcador somático” desarrollada por el neurólogo Antonio Damasio. Donde se demuestra la relevancia que tienen las emociones, resultando imprescindibles en la toma de decisiones.

Relación entre decisiones y emociones

Su planteamiento es que ante una decisión aparecen unas consecuencias, que producen un estado emocional subjetivo asociado, pudiendo vivenciar dicha experiencia, además aparecen reacciones somáticas que se traducen en respuestas musculares y hormonales en nuestro organismo. Bajo estas circunstancias, el estado emocional que se experimenta se asocia a consecuencias negativas o bien positivas.

Esta asociación que se produce entre la toma de una decisión y las consecuencias del estado emocional  es lo que se conoce con el nombre de «Marcador somático», definido por Damasio como: ”Un cambio corporal que refleja un estado emocional, ya sea positivo o negativo, que puede influir en las decisiones tomadas en un momento determinado.”

Bajo esta premisa, se estaría hablando de que el estado emocional deja de ser una mera consecuencia, y pasa a ser una causa importante de las decisiones que tomemos, permitiendo al cerebro de una forma eficaz tomar decisiones y reaccionar en consecuencia a la emoción experimentada. Este proceso estaría anticipando unas consecuencias y de tal forma nos guiaría en el proceso de resolución final. Por lo que resulta muy importante tener en cuenta esta influencia, que fácilmente podriamos identificar como intuiciones.

¿Cómo funciona el marcador somático?

Los marcadores somáticos generan señales inconscientes que “facilitan y contribuyen a la toma de decisiones” de tal forma que no podríamos explicar la razón de nuestra estrategia para tomar decisiones, ya que depende en gran parte de estas señales inconscientes.

Greene y colaboradores 2001 mediante un experimento en el que se trataba de comprobar las zonas del cerebro implicadas en la decisión de 2 juicios morales diferentes, en uno se verían personalmente implicados y en el otro la acción implicaría un mayor distanciamiento.

Ejemplo de juicio moral con implicación cercana

“Un tranvía sin control matará a cinco personas si sigue su trayecto. Usted se encuentra en un puente sobre los raíles del tranvía y tiene a su lado a un desconocido. Para salvar la vida de las cinco personas que serán atropelladas puede arrojar al desconocido a los raíles, deteniendo así el tranvía ¿es correcto obrar así?”

Ejemplo de juicio moral con implicación lejana

“Un tranvía sin control matará a cinco personas si sigue su trayecto. Usted puede desviarlo accionando una palanca hacia otros raíles en los que sólo hay una persona, a la que sin duda el vehículo matará. ¿Es correcto accionar la palanca?”

Lo importante de este experimento no era la respuesta de los sujetos ante estos juicios morales, sino la diferenciación en la activación cerebral cuando se enfrentan ante distintos juicios morales.

Los resultados hallaron que ante la implicación más personal se activan regiones del sistema límbico (giro cingulado) que son las implicadas en el aspecto emocional. Ante el juicio moral más lejano se activaban regiones que no forman parte del sistema límbico (Lóbulos parietales y giro frontal medio derecho) y que se relacionan con la memoria de trabajo.

Giro cingulado (Sistema límbico)

Giro cingulado (Sistema límbico)

Los resultados de este experimento apoyan por lo tanto la hipótesis del marcador somático como una variable relevante en la toma de decisiones, se entienden como respuestas somáticas anticipadoras, que son reforzadas por la experiencia, y guían nuestro comportamiento y elecciones futuras ante situaciones similares. La hipótesis del marcador somático está reforzada, además, por las diferencias que se producen entre las respuestas que emiten las personas con afectación cerebral donde están implicadas las regiones emocionales, y en las respuestas que dan las personas que no tienen afectación cerebral.

Las virtudes del marcador somático implican que sus señales inconscientes para la toma de decisiones  permite una adecuada  conducta social, la búsqueda de la decisión más ventajosa, inhibiendo la tendencia de buscar el refuerzo inmediato, y facilitando la representación mental de futuros escenarios en la memoria de trabajo.

Las decisiones «racionales» no disponen de la capacidad de responder rápidamente y de forma efectiva ante multitud de posibilidades, teniendo que hacer además un cálculo sobre costes y beneficios en las repercusiones para decidirse por la mejor opción. Es un tiempo del cual no disponemos para nuestra toma habitual de decisiones, y aunque haya una pequeña intervención de lo racional, que también estará implicado, el proceso más potente y comunmente utilizado es de naturaleza emocional.

La neurobiología está confirmando en definitiva lo que de forma intuitiva afirmó Pascal al escribir que “El corazón tiene razones que la razón ignora”

 Referencias bibliográficas:

  • Greene, J. D., Sommerville, R. B., Nystrom, L. E., Darley, J. M., & Cohen, J. D. (2001). An fMRI investigation of emotional engagement in moral judgment. Science, 293(5537), 2105-2108.
  • Simón, V. M. (1997). La participación emocional en la toma de decisiones. Psicothema, 9(2), 365-376.
  •  Martínez-Selva, J. M., Sánchez-Navarro, J. P., Bechara, A., & Román, F. (2006). Mecanismos cerebrales de la toma de decisiones. Revista de neurología, 42(7), 411-418.

Ingeniero informático, actualmente CEO y propietario de las empresas psiqueviva.com. Amo escribir y leer artículos interesantes e intento proporcionárselos a los usuarios de esta plataforma.