El mindfulness ha llegado recientemente a nuestras vidas occidentales, y se ha hecho un hueco en la terapia psicológica, donde goza de buenos resultados. Su enfoque terapéutico es muy beneficioso, ya que facilita el aprendizaje en focalizar la atención donde necesitemos y más nos convenga.
Sin darnos cuenta nuestra vida poco a poco se fue llenando de esos días en los no hay mucho tiempo para unas respiraciones, contemplar el paisaje o simplemente tomarnos una taza de té disfrutando de nosotros mismo. Como si fuésemos unas pequeñas maquinas humanas, tratando de adaptarnos a esta existencia donde el sistema demanda un constante movimiento y por supuesto la supervivencia del más apto.
Sin embargo, ¿qué pasaría si logramos cambiar estos límites mentales? La historia sería distinta, habría calma, consciencia y gratitud. Es por ello que la terapéutica moderna intenta rescatar esos espacios de serenidad y contemplación, tratando de adecuarlos a nuestra cotidianidad.
¿Qué es el Mindfulness?
Entre los sinónimos de los invetigadores tenemos: “El arte de vivir conscientemente”, “Consciencia Plena”, “El aquí y el ahora”.
Es una técnica ancestral pero al mismo tiempo contemporánea (re-descubierta), inspirada en los monasterios budistas y sus meditaciones sobre la contemplación y los estado de vigilia permanentes. “El arte de vivir conscientemente” o Mindfulness es un nuevo recurso psíquico-emocional, al cual puedes recurrir cuando los niveles de prisa, ansiedad y error han invadido tus días.
Un experimento de 8 semanas con personas realizando Mindfulness, en España, dirigidos por una serie de psicólogos clínicos especialistas en el área, arrojaron los siguientes resultado: es una repuesta científica a una serie observaciones, mejor denominada: atención plena, cuando esta ocurre desarrolla una trinidad perfecta donde se conjugan la atención al Bienestar personal, la Calidad al trabajo (reduciendo los errores) y la atención hacia la empatía humana (disminuyendo las situaciones de conflicto), esta práctica va desarrollando la toma de consciencia en todas nuestras actividades, donde cada respuesta va atenuando las reacciones, disminuyendo el nivel de estrés.
Se habla de Mindfulness como una especie de filtro por el que las emociones son coladas, es decir, normalmente existe la experiencia y después una reacción y con la práctica de la consciencia plena, será la experiencia, luego el Mindfulness y por último la respuesta.
¿Qué bienestar brinda el Mindfulness?
Su primera ventaja es el estado de “El aquí y el ahora”, un estado de plenitud y confort que nos propone una sensación de libertad, sensibilidad, menos ansias, un disfrute consciente de los buenos momentos y los malos, generando un estado de reflexión más denso y una calidad de vida notoria, desapareciendo el estado de confrontación donde los juicios arraigados de la psique van cediendo.
Una de las principales características a nivel psicológico del Mindfulness es la disminución del síntoma de la taquipsiquia: la aceleración constante del pensamiento, ya que el estado de confusión de la mente desaparece al estar en plena consciencia de nuestros actos y pensamientos.
¿Cómo se practica el Mindfulness?
Especialista en el área señalan que desde la década de los 70” tanto la psicología como la psiquiatría usan Mindfulness para el tratamiento de la depresión cognitiva.
¿Cómo realizar el mindfulness? Esta práctica nace como una meditación, que puede ser ambientada con algo de olor, sonidos bajos. Cerramos los ojos y tratamos de concentrarnos en nuestro aquí y ahora, sintiendo los pies sobre el piso, sintiendo el cuerpo, la respiración, (nuestros instintos básicos), luego, continúan nuestros instintos más detallados: tratamos de sentir cada cabello, cada pestaña (por ejemplo), hay personas que en esta segunda fase dirigen la concentración hacia preguntas como: ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué estoy pensando? Etc.
Por último se cierra la sesión desconectándonos lentamente. Lo más importante de esta práctica es saber que tan solo con relajarnos, cuando vamos en un bus o mientras nos bañamos, tratando de respirar, evocando el aquí y el ahora diariamente, los benéficos serian numerosos.
