El concepto de disociación lo describe por primera vez Janet en «L`automatisme psychologique». Para este autor la desagregación surge cuando uno o más automatismos mentales se escinden del resto, funcionando fuera de la conciencia y del control voluntario. Significa la ruptura de la vida mental, que normalmente se halla integrada y donde se da una falta de integración entre las diversas partes de la personalidad. Janet consideraba la represión como el mecanismo fundamental de la disociación.
Así, este concepto ha estado muy ligado al fenómeno de la histeria y el psicoanálisis. El rasgo fundamental de la histeria es un estrechamiento de la conciencia que parece servir a un propósito inconsciente y que comúnmente se acompaña de amnesia selectiva.
Los trastornos disociativos
En todos estos trastornos la integración normal de la emoción, el movimiento y el pensamiento está deteriorada. Sin embargo, esto no supone una desintegración de las funciones como en la esquizofrenia.
También comparten entre ellos que no existe un trastorno físico que pueda explicar los síntomas y sí los estresores inmediatos al trastorno, por lo que a veces se han considerado modalidades del Trastorno por Estrés Postraumático.
Clasificaciones de los trastornos disociativos
La primera clasificación la hizo Tyrer en base a la función afectada. Así, los agrupa de la siguiente manera:
- Disociación de la personalidad: Trastorno de personalidad múltiple.
- Disociación de conductas complejas: Fuga y Trance disociativos.
- Disociación de la función cognitiva: Amnesia psicógena.
- Disociación de movimientos y sensaciones: Histeria de Conversión.
- Disociación de la percepción: Despersonalización.
- Otros: Síndrome de Ganser, Síndrome de Posesión, trastornos disoactivos transitorios de la infancia, etc.
También es reconocida la clasificación que llevó a cabo Jhon. F. Kihlstrom, que recogió éstos trastornos como sigue a continuación:
- Anestesia disociativa: Ceguera, sordera y analgesia psicógena.
- Parálisis disociativa: Afonía psicógena y Trastorno de la función motora.
- Amnesia disociativa: Fuga disociativa, amnesia disociativa, trastorno de personalidad múltiple y despersonalización.
El manual clasificatorio de trastornos mentales de la Asociación de Psiquiatría Americana (DSM-IV-TR) incluye como Trastornos disociativos los siguientes:
- Amnesia disociativa: Episodios de incapacidad para recordar información personal relevante, generalmente de carácter traumático, que es demasiada extensa como para ser explicada a partir del olvido ordinario.
- Fuga disociativa: Existencia de un viaje repentino e inesperado lejos del hogar con incapacidad para recordar el propio pasado y donde se da una confusión sobre la identidad personal o asunción de una nueva.
- Trastorno de identidad disociativo: Presencia de dos o más identidades distintas o estados de personalidad donde cada una tiene sus pautas relativamente constantes de percibir, relacionarse y pensar sobre el yo y el ambiente, que cursa con una incapacidad para recordar información personal importante.
- Trastorno de despersonalización: Experiencias persistentes o recurrentes de sentirse distanciado o como si fuera un observador externo del cuerpo o de los propios procesos mentales manteniéndose intacto el sentido de la realidad.
- Trastornos disociativos no especificados: Síndrome de Ganser, Trastorno disociativo de trance y Desrealización.
Sin embargo desde la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) de la OMS, se añaden el Estupor disociativo, las convulsiones disociativas, los trastornos disociativos de la motilidad y las anestesias y pérdidas sensoriales disociativas. Estas tres últimas patologías hacen referencia al Trastorno Conversivo.
Diagnóstico diferencial
Principalmente hay que distinguir éstos trastornos de la simulación y de los trastornos mentales orgánicos. La siguiente tabla establece las diferencias entre éstos cuadros psicopatológicos y los trastornos mentales de origen cerebral:
Trastornos disociativos | Trastornos Orgánicos |
La pérdida de memoria es limitada a material significativo. | Se da pérdida de memoria con significado así como no importantes. |
La memoria a corto y a largo plazo están igualmente afectadas. | La memoria a corto plazo se conserva peor que la de a largo plazo. |
Hay un trastorno de identidad, es decir, se da una desorientación personal sin desorientación temporal ni espacial. | Solo hay desorientación personal si hay previamente desorientación temporal y espacial. |
La pérdida de memoria, la confusión o el cambio de personalidad se dan en un contexto de estrés emocional. | Los síntomas se desarrollan en el contexto de una enfermedad física o por sustancias psicoactivas. |
No existe una fluctuación de los síntomas excepto con relación al estrés. | Los síntomas fluctúan de forma impredecible. |
Los síntomas agudos mejoran con tranquilizantes. | Los tranquilizantes exacerban los síntomas. |
Puede haber historia anterior de conversión u otros síntomas psicógenos. | No hay historia anterior de síntomas psicógenos. |
Bibliografía
Belloch, A; Sandín, B. y Ramos, F. (2008). Manual de Psicopatología. Edición revisada, Vol II. Madrid: McGraw-Hill