El autismo está íntimamente relacionado con las habilidades sociales y emocionales , por eso, es común que estos frentes sean los primeros que se atajen cuando se descubre o, mejor dicho, se diagnostica. Hacer actividades de cuadernos que estiman la inteligencia emocional o el conocimiento de manera sencilla como los que proporciona la editorial GEU es una opción que siempre viene bien, incluso antes de tener un diagnóstico en firme.
La Organización Mundial de la Salud define los trastornos del espectro autista (TEA) como “un grupo de afecciones caracterizadas por algún grado de alteración del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, y por un repertorio de intereses y actividades restringidas, estereotipado y repetitivo . «
Según esta misma institución, uno de cada 160 niños padece autismo, si bien los estudios pueden variar. En cualquier caso, esta afectación se desarrolla, específicamente, en los primeros cinco años de vida, por lo que son esos primeros momentos en los que se debe trabajar más intensamente con el menor. Además, este trastorno puede llevar a cabo episodios de epilepsia, ansiedad o depresión por lo que los padres y madres deben estar completamente informados y formados en todo momento para poder ayudar mejor.
El diagnóstico precoz es clave
Los inicios son duros ya que hasta que se diagnostica. Muchos padres pueden pensar que sus hijos son más tímidos de lo normal o que tienen más tiempo para entablar una relación con su entorno.
Así que si tienen dudas, lo mejor es acudir a expertos ya que el diagnóstico precoz es muy importante para poder determinar qué necesidades tiene nuestro hijo en concreto, ya que hay grados de autismo.
Comúnmente se suele relacionar el autismo con el no hablar, pero esto es solo una forma en la que se manifiesta. De hecho, los grados son tan variados que hay muchas personas que son determinados de tenerlo y uno de los límites que, además, gracias a Greta Thumberg se conoce cada vez más, es el síndrome de Asperger.
El autismo no desaparece, pero eso no significa que la persona no pueda ser feliz. Por eso es tan importante el apoyo de la familia y, sobre todo, su continuo trabajo para controladores esa felicidad y otra meta, su autonomía.
Es cierto que esta autonomía es relativa y es más difícil de alcanzar, pero existen muchos programas públicos y privados que favorecen la inserción laboral de estas personas con trastorno. Además, hay algunos tipos de trabajo que tienen la perfección, sobre todo lo que son repetitivos y obedecen a un patrón prefijado y previamente aprendido.
Existe en España la Asociación de Padres de Personas con Atuismo (APNA ), como un punto de referencia. Está compuesto por padres, madres y tutores de personas que tienen este trastorno y cuentan con distintos recursos pedagógicos, actividades de ocio y otros apoyo informativo y de comunidad para hacer más llevadera la vida con una persona con autismo, sobre todo al inicio, cuando surgen todo tipo de dudas e incertidumbres. Llevan trabajando juntos desde 1976 lo que da suficientes pistas de la trayectoria que tienen y todos los recursos que tienen, pero lo más importante lo que ponen los padres: las ganas, la ilusión y el trabajo.