Las fases de la intervención neuropsicológica
La neuropsicología es la ciencia que estudia la relación entre el comportamiento humano y las estructuras del cerebro. Trata las funciones mentales superiores (lenguaje, memoria y funciones ejecutivas) y aplica conocimientos de otras disciplinas como la medicina, la psicología, la farmacología, la neurología o la biología. Si te apasiona conocer el funcionamiento del cerebro humano y quieres convertirte en neuropsicólogo, encuentra tu máster en Neuropsicología Clínica online y sigue tu formación a distancia.
La neuropsicología cuenta con muchas salidas laborales. Por un lado, un neuropsicólogo puede realizar evaluaciones neuropsicológicas. Para ello, estos profesionales llevan a cabo test que analizan la memoria, la inteligencia o la atención de sus pacientes, de manera que pueden realizar un diagnóstico sobre si estos sufren o no un daño cerebral. Por otro lado, los neuropsicólogos pueden trabajar en la neurorehabilitación o en la prevención de daños cerebrales, así como en la investigación del cerebro humano. Los expertos en neuropsicología estudian tanto a personas sanas como a aquellas que han sufrido daños cerebrales y también pueden estudiar el comportamiento de los animales.
A la hora de realizar una intervención neuropsicológica, hay que rehabilitar y evaluar las alteraciones funcionales y cognitivas de un sujeto, ya sea por una enfermedad cerebral o por una lesión. Las etapas de la intervención neuropsicológica son cuatro: evaluación, definición de objetivos, rehabilitación y generalización de resultados.
Las etapas, paso a paso
La primera fase consiste en realizar una evaluación neuropsicológica. El profesional cuantifica y describe las alteraciones conductuales, cognitivas y emocionales que el paciente presenta debido a una lesión o daño cerebral. Esta evaluación exhaustiva y minuciosa se obtiene mediante una serie de test diagnósticos y pruebas, que posteriormente servirán para la construcción de un programa de rehabilitación neuropsicológica.
La segunda etapa o fase, consiste en la definición de objetivos y del plan de tratamiento. Con la información recopilada a lo largo del proceso de evaluación se planifican las metas y los objetivos de la rehabilitación. Es de vital importancia establecer los objetivos específicos y relacionados con los intereses del paciente. Por ejemplo, si el paciente quiere volver a practicar su deporte favorito a largo plazo, habrá que establecer una serie de metas a corto plazo que ayuden a que finalmente lo consiga.
La tercera fase consiste en la rehabilitación neuropsicológica. Es la más importante de todas las etapas de intervención, puesto que en este momento se llevan a cabo todas las estrategias y técnicas necesarias para la rehabilitación del paciente. Se trata de restaurar las funciones dañadas mediante la estimulación. A través de técnicas de rehabilitación cognitiva se realizan ejercicios y tareas de forma repetitiva para activar los circuitos cerebrales y recuperar las funciones cognitivas alteradas.
La última etapa de la intervención neuropsicológica consiste en la generalización de los resultados. Consiste en que el paciente utilice en su cotidianeidad diaria todo lo que ha aprendido en el programa de rehabilitación, enseñándole a utilizar ayudas externas. Por ejemplo, si el paciente sufre de problemas de memoria, se le enseña a utilizar una agenda para evitar determinados olvidos en su día a día. Se trata de potenciar y fomentar el proceso de generalización de resultados para que el paciente disfrute nuevamente de una vida completa.
