Como les comentaba en el anterior post sobre la importancia de la carta de presentación. El proceso de redactarla es primordial, ya que es lo que nos representa, nuestra tarjeta de visita. Donde queda expuesta nuestra personalidad y actitud ante el puesto a desempeñar.
Hay que ser muy cuidadoso con cada detalle, teniendo presente que quien se encargue de leerla, va a tener una gran cantidad de opciones para elegir. Es por ello por lo que hay que destacar, cuidar nuestro lenguaje, ser directos, sin rodeos, en el momento que se la carta de presentación se le haga aburrida, puede optar por deshacerse de ella de forma inmediata, sin miramientos.
La brevedad, indicando lo estrictamente necesario, puede convertirse en un punto a favor. Con un lenguaje sencillo y comunicativo, manteniendo el respeto y la humildad, resulta importante no parecer una persona soberbia y arrogante en la carta de presentación, por lo que hay que destacar nuestras cualidades de forma sutil. Sin mentir, ni tratar de ser el mejor.
Desarrollo, No debe de ser manuscrita, al menos que se especifique lo contrario. No debe de ser escueta ni tampoco muy extensa, mantenerse en un punto medio. El total de la carta debe de ocupar una cara de folio A4. El desarrollo va a estar compuesto por no más de cuatro párrafos, con buena separación entre ellos.
Estructura de la carta de presentación
- El encabezado de la carta de presentación estará dispuesto por nuestros datos personales a un lado, incluyendo datos de contacto como correo electrónico y Teléfono. Y los datos de la empresa a la que va dirigida la carta al otro lado. Fecha, y a la atención de la persona que tenga la responsabilidad.
- El 1er párrafo va a constar de justificar la carta, el motivo por el cual nos ponemos en contacto con la empresa, citando dónde hemos visto publicado el anuncio.
- 2º párrafo: explicaremos quien somos, exponiendo nuestra experiencia y formación. En este apartado conviene no poner experiencia y formación que tengamos innecesaria para la empresa, por lo que nos ajustaremos a lo que les pueda servir.
- 3er párrafo: resaltaremos nuestras características personales que resultan importantes para el puesto a desempeñar, lo que podemos ofrecer a la empresa, las capacidades y habilidades de las que disponemos para el perfil requerido.
- 4º párrafo: y por último, solicitar de manera sutil que nos tengan en cuenta para la entrevista. (Ya que éste es el objetivo).
Culminamos la carta dando las gracias al lector por la atención recibida. Y no utilizar la expresión: Me despido, el término despedir mejor que no llegue a su inconsciente. Expresa mejor: Les saluda atentamente… O Un cordial saludo de…
Poner el nombre debajo de la despedida y dejar espacio para hacer la firma a mano alzada encima del nombre. Todos estos detalles son tenidos en cuenta, ya que están capacitados para encontrar cualquier mínimo fallo. Estos pasos a seguir son estrictamente necesarios sobre todo para cuando estamos respondiendo a un anuncio de un puesto ofertado. En otras circunstancia, puede haber variaciones a cómo se ha de redactar.
Una vez terminado todo esto la carta de presentación tiene que dar la impresión de limpieza orden y simetría. Es de gran importancia el hecho de que tratemos de darle un toque de originalidad, por aquello de que van a ser todas iguales, es bueno que destaque en este aspecto, cambiando por ejemplo el estilo de fuente, que no sea ni la Times New Roman ni tampoco la Arial, ya que serán las utilizadas por la mayoría de aspirantes.
Toda la carta debe de tener el mismo estilo de fuente. Otro punto de originalidad es el de añadir un fondo de color a la hoja, un cambio suave, sin exceso de color. El color en la hoja de la carta de autopresentación será el mismo que para el Curriculum Vitae, y a ser posible para el sobre.
Una vez elaborada y ya enviada, sólo nos cabe confiar en nuestras posibilidades, manteniendo la esperanza de que nos ofrezcan la entrevista personal. No obstante hay que seguir intentándolo sin tregua, llegará el ansiado momento en el que nos contraten para el puesto al que aspiramos.
Un sincero deseo de que consigan el trabajo que les permita vivir en unas condiciones dignas, con cierta calidad de vida, y por pedir, que consigan el trabajo con el cual puedan disfrutar y hacer lo que les gusta.
