Como Afecta el Screentime a los Niños y Adolescentes

El ritmo de vida que llevamos en la actualidad, se está viendo reflejado en la conducta y actitud de los más jóvenes. Tanto los niños como los adolescentes viven algo nuevo que es propio de esta sociedad, se encuentran acelerados con especial facilidad para llegar a la rabia y la ira. alternativamente se encuentran más apáticos y tienen más episodios depresivos. En cierto modo en todo esto está implicado el Screentime como veremos a continuación.

¿Qué es el Screentime?

Este nuevo concepto, el Screentime, se ha ido desarrollando con el avance de las tecnologías y con el uso que se le están dando actualmente. Los más jóvenes están siendo los más perjudicados, ya que utilizan los teléfonos inteligentes y los dispositivos electrónicos, como las tablets, el ordenador, los videojuegos y la televisión de forma constante y sin ningún tipo de control o límite.

En la actualidad, se están haciendo investigaciones sobre el Screentime y conceptos relacionados con este tipo de comportamientos, para considerar cómo pueden estar afectando a la salud mental. De momento, lo que se sabe es que los más jóvenes se encuentran en un estado de excitación crónico, que les lleva a momentos intensos de agitación, provocándoles más situaciones agotadoras. Esa aceleración y desaceleración se convierte en un riesgo que afecta a la capacidad de relacionarse y a la memoria. Por este motivo pueden tener más problemas a la hora de desarrollar sus estudios y para relacionarse con las personas de su entorno más cercano.

Qué supone regular el Screentime

Las medidas para ayudar tanto a los niños como a los adolescentes en este aspecto, pasan por regular el tiempo que pasan delante de una pantalla, favoreciendo actividades al aire libre, el deporte, las conversaciones en persona, y todas las actividades socioculturales que impliquen relacionarse y atender a otras cuestiones que no sean la pantalla de un dispositivo electrónico.

La realidad es que muchas personas están llegando incluso a la adicción si no se pone remedio de inmediato a esta situación. Mediante una intervención adecuada, al regular el Screentime se favorecen los siguientes hábitos saludables:

• Mejores hábitos del sueño, llegando a descansar mejor.
• Un estado de ánimo más equilibrado y con menos altibajos. Mejorando la gestión emocional.
• Ayuda a ejercitar la concentración y la atención.
• Aumento de la actividad física, evitando el sedentarismo y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
• Mejor tolerancia hacia el estrés y la frustración.
• Mayor contacto con la naturaleza.
• Combate la desesperanza y la apatía, sintiéndose más autónomos y capaces de tomar decisiones en un entorno real.

Estas son cuestiones realmente importantes que todo niño y adolescente deben ser capaces de desarrollar. Estos hábitos saludables pueden adquirirse al estar más regulado el Screentime. Reducir el tiempo que se pasa con los dispositivos electrónicos ayuda además a no tener que recurrir a intervenciones que requieren de una medicación.

En este sentido, los padres juegan un papel importante, ya que tienen la responsabilidad de ajustar y regular el tiempo que pasan sus hijos con los dispositivos electrónicos. Es necesario ser cuidadoso en este tipo de restricción electrónica, sabiendo el tiempo que va a ser suficiente para el niño. Esta es una manera muchas veces, de cortar con estos síntomas a los que están llegando los jóvenes. Sin embargo, cuando ya hay una adicción y los síntomas han ido en aumento, puede que esta medida no sea suficiente y haya que pasar por la intervención de un especialista como el psicólogo. El cual ofrecerá un tratamiento para reducir los síntomas y disminuir la adicción poco a poco. 

¿Por qué es Screentime afecta más a los niños y adolescentes?

Como hemos destacado a lo largo de este texto los más jóvenes son quienes tienen una mayor debilidad por los dispositivos electrónicos. Esto ocurre, porque sus cerebros son más sensibles al uso de la electrónica que la mayoría de los cerebros de los adultos. El cerebro en esta etapa se encuentra en pleno desarrollo, y la estimulación electrónica sin control de forma diaria, ofrece una estimulación que se convierte en una necesidad.

El tiempo que pasa la persona joven en una pantalla realizando todo tipo de tareas es cada vez mayor, y más necesario ya que adquiere una tolerancia hacia esto, como lo que sucede con cualquier otra adicción. Los jóvenes en este caso, son los más vulnerables ya que incluso su estilo de vida está basado en el uso de Internet, las redes sociales, videojuegos, correos electrónicos, mensajes de texto, etc. Muchos padres creen que esto es algo inocente y que no tiene ninguna importancia, aunque la realidad es que causa muchos síntomas que acaban perjudicando su salud. Comenzando con los problemas de sueño, estado de ánimo, dificultades para concentrarse y prestar atención, problemas cognitivos y un uso compulsivo e hiperactivo de los dispositivos electrónicos.

Algunas de las consecuencias más comunes que tiene un abuso de Screentime en los niños y adolescentes son las siguientes:

• Desensibilización del sistema de recompensa del cerebro. lo que supone que cada vez se necesita más al igual que pasa con cualquier adicción.
  
• Luz en la noche. La luz de la pantalla de estos dispositivos durante la noche se ha relacionado con depresión.
• Aumento del estrés. Lo que repercute en una mayor irritabilidad y desequilibrio emocional.
• Agotamiento de las reservas mentales. La concentración y la atención disminuyen, y hay una menor capacidad de procesar tanto el entorno interno como el externo.
• Interrupción del sueño. Repercute en los trastornos del sueño como el insomnio, desincronizando el reloj corporal. algo que puede afectar significativamente en el periodo de desarrollo de un niño.
• Reduce el tiempo a la actividad física y el contacto con la naturaleza. Esto es un aspecto crucial también para el desarrollo saludable de cualquier individuo. Las investigaciones han demostrado como pasar tiempo al aire libre y estar más en contacto con nuestro entorno natural favorece la disminución de estrés y la agresión, reestableeciendo a su vez la atención y la relajación. Esto es algo que también repercute en la seguridad y el estado de ánimo del niño, produciéndole un mayor bienestar.