Existen diverso trastornos alimenticios y enfermedades que pueden llegar a ser sumamente perjudiciales para la salud, entre ellas se encuentra la obesidad, la cual consiste en la enfermedad donde existe un exceso de tejido adiposo (también conocido como grasa), en el cuerpo.
La causa de este aumento desproporcionado de grasa es el consumo de mayor cantidad de calorías que las que el cuerpo quema, otros factores desencadenantes de esta enfermedad se derivan al riesgo genético que influyen en el padecimiento del sobrepeso.
Es habitual que esta enfermedad no solo afecte el ámbito físico de la persona, también los problemas psicológicos suelen desencadenarse, entre ellos podemos encontrar la falta de motivación en el paciente, quien a pesar de admitir que padece de una enfermedad que puede afectarle gravemente, no tiene los ánimos para combatirla o llevar un estricto tratamiento médico o nutricional.
Síntomas y problemas que perjudican la obesidad
La frustración es otro de los síntomas que suele influir en la obesidad, estos sentimientos se desarrollan cuando el paciente se esfuerza para obtener resultados positivos y no los obtiene en el tiempo esperado, esto genera que la frustración llegue e incluso haga que se retroceda el proceso que se había comenzado previamente. Es necesario tomar en cuenta que en todos los casos relacionados con la obesidad, la pérdida de peso no puede ser rápida, tiene que llevarse con calma para poder asegurar que el paciente no recupere eventualmente esos kilos de más.
Otro de los trastornos más influyentes se trata de la ansiedad, la cual varía en cada persona pero que puede afectar en gran medida, ya que generalmente los pacientes que la sufren comen aún más para poder calmar este sentimiento, lo que por supuesto, termina siendo perjudicial. La ansiedad suele llegar por motivos parecidos a la frustración, cuando el paciente no consigue los resultados en el tiempo esperado, la ansiedad llega, la cual hay que sin duda controlar rápidamente para que no se transforme en ansiedad crónica.
Es habitual que, además de los trastornos descritos anteriormente, el paciente tenga sentimientos de culpa o distorsión de la imagen corporal, lo que sin duda podría perjudicar aún más el cuadro de obesidad, es por ello que es necesario prestarle atención a cualquier síntoma relacionado a estos trastornos psicológicos que sin duda podrían poner en un riesgo muy alto la salud del paciente y generar retrasos en cualquier posible avance que se haya tenido en el tratamiento de la obesidad. La salud mental nunca debe subestimarse, la mente controla a nuestro cuerpo y atacar estos trastornos puede salvar a los pacientes de complicaciones indeseadas.