Conseguir conectar cuerpo y mente mediante una disciplina deportiva es el objetivo que persiguen aquellas personas que quieren dejar atrás una vida sedentaria y que tiene al estrés y la ansiedad como protagonistas. En el contexto actual, en el que en ocasiones el ritmo del día a día nos sobrepasa y afecta a nuestro equilibrio emocional, dedicar un espacio de tiempo al día para hacer ejercicio y meditar puede marcar la diferencia. Es aquí donde cobra fuerza la opción del yoga.
Hablamos de una práctica deportiva que busca poner en armonía tres elementos fundamentales: nuestro cuerpo, nuestra mente y la respiración. El objetivo es conseguir esta conexión mediante determinadas posturas físicas y ejercicios para manejar la respiración y meditar. Esta disciplina ha ganado una gran cantidad de adeptos en los últimos años gracias al trabajo que se hace desde centros de yoga como shala yoga madrid, monitores altamente formados imparten esta práctica física y espiritual milenaria en sus diferentes vertientes.
Pero, realmente, ¿por qué es beneficioso el yoga tanto desde el punto de vista físico como mental? ¿Cómo es posible conseguir mediante esta disciplina deportiva y espiritual una armonía entre cuerpo y mente mediante la respiración? Ello es debido a los múltiples beneficios que conlleva el ejercicio continuo de las distintas posturas y técnicas que la componen. La constancia y la implicación suponen un punto de inflexión a todos los niveles, tal y como afirma aquellas personas que han practicado yoga con cierta continuidad.
Mejora tu respiración
La clave para la práctica del yoga reside en la respiración, en canalizar todas las emociones y centrar el foco en respirar de forma correcta. En yoga, se habla de respiración abdominal al proceso de inspiración que tiene como punto de inicio el abdomen y termina en la clavícula y que, en el momento de expirar, recorre el mismo trayecto pero en dirección inversa. Esta respiración tiene como objetivo alcanzar un nivel de calma y tranquilidad óptimo con el que mejorar nuestra circulación sanguínea, establecer el ritmo cardíaco en un nivel adecuado y, al mismo tiempo, relajar todos los músculos del cuerpo.
Esta forma de respirar, combinada con la práctica de diferentes posturas, es lo que se conoce como meditación. Dicho de otro modo, dejar la mente en blanco mientras nos centramos en realizar una respiración correcta y en mantener la posición indicada en ese momento. Meditar permite conectar cuerpo y mente mediante el ejercicio y la respiración.
El ejercicio mejora tu flexibilidad
Por supuesto, el yoga, como práctica deportiva, también conlleva mejoras físicas que se consiguen a través de la constancia. Por ejemplo, uno de los factores que se ve especialmente mejorado es la flexibilidad. Las diversas posturas, también conocidas como «asanas», que se llevan a cabo y que se incorporan de forma progresiva mientras el alumno progresa en su cualidades. Lo más normal es que un alumno o alumna principiante se vea limitado por la rigidez en sus primeras sesiones, pero se traducirá en una mayor flexibilidad con la práctica regular.
Además, es importante incidir en que la flexibilidad es un factor primordial para evitar lesiones, por lo que mejorar en este aspecto será también impulsar nuestra resistencia y la desaparición de dolores o molestias físicas. Con el paso del tiempo, poco a poco,
Ayuda a impulsar tu equilibrio
Si seguimos hablando de beneficios físicos, también debemos mencionar el aspecto del equilibrio. Lógicamente, la realización de ciertas posturas requiere de estabilidad corporal, de conseguir equilibrar nuestra balanza particular para lograr mantener la posición el mayor tiempo posible. Al principio, un alumno o alumna que acaba de empezar en la práctica del yoga, verá cómo su equilibrio mejora con el esfuerzo constante hasta alcanzar un nivel óptimo que le permita lograr asanas por un tiempo prolongado, beneficiando así el proceso que conecta cuerpo y mente para, también, conseguir un óptimo equilibrio mental.
Músculos y huesos más fuertes
Lo comentado en los párrafos anteriores sobre las ventajas físicas que aporta el yoga tiene su culmen en que nuestros músculos y huesos se verán fortalecidos. No hablamos solo de definir nuestra musculatura para tener un mejor aspecto físico, sino que estos beneficios inciden de forma directa en la prevención de enfermedades de cierta gravedad como la artritis, o como barrera idónea frente a lesiones o molestias musculares propias de la falta de ejercicio deportivo diario.
Refuerza tu sistema inmunológico
Más allá de los beneficios en el aspecto físico, el yoga también nos ayuda a reforzar ciertos aspectos que mejoran nuestra salud. Sin ir más lejos, la práctica continua de esta disciplina deportiva puede marcar la diferencia para nuestro sistema inmunológico. ¿Por qué? Porque el yoga es una disciplina que reduce el estrés, y la evidencia científica que el estrés puede incurrir en cambios constantes de humor, aumentos de peso, tendencia a una vida sedentaria, problemas para dormir y un largo etcétera. Esto afecta directamente a nuestras defensas.
Para combatirlo, el yoga se presenta como una rutina deportiva y mental óptima con la lograr una armonía entre cuerpo y mente, alejar el estrés y disfrutar de todos los beneficios que conlleva una mentalidad optimista. Manteniendo a raya la ansiedad, nuestro sistema inmunológico será el principal beneficiado como perfecta muestra de un beneficio directo para la salud.
En definitiva, para todas aquellas personas que están en plena búsqueda de una alternativa deportiva para frenar el estrés diario y lograr un equilibrio emocional y mental con el que afrontar con mayor optimismo el día a día, el yoga es una opción recomendable. Tanto por sus ventajas físicos como para la salud en general, su práctica regular ayudará a introducir en nuestra rutina el ejercicio físico diario para, mediante la constancia, disfrutar progresando en esta milenaria disciplina.