La psicología, puesto que es una de las disciplinas de las ciencias de la salud, tiene claro que los hechizos no existen y el vudú tampoco, ya que es algo que carece de fundamento científico. Sin embargo, hay muchas personas que creen en este tipo de cuestiones ¿a qué se debe?, ¿en qué se basan estas estrategias para conseguir adeptos? Veremos a continuación lo que dice la psicología sobre los hechizos y el vudú.
Psicología sobre los hechizos y el vudú
Podemos encontrar ya en muchos sitios cómo hacer vudú. Nos muestran técnicas para hacer hechizos que nos hagan conseguir lo que pretendemos. Que una persona nos ame, que una relación se rompa o incluso dicen ayudar para recuperar a una pareja perdida. Son planteamientos que, evidentemente. nada tienen que ver con el plano científico, y tienen más que ver con la sugestión de cada individuo. Hay quienes dicen que aunque la ciencia no pueda comprobar su efectividad, han comprobado por ellos mismos que es algo que funciona.
Se utilizan técnicas como la limpia de huevo, un procedimiento empleado para hallar soluciones económicas y salir de problemas complejos. Se podría decir, tal y como lo llaman, que es un sistema de limpieza energética.
¿Qué tiene de cierto todo esto? Los hechizos tienen funciones básicas, como las de influir en los sentimientos, emociones, pensamientos y estados de humor de otra persona, para conseguir lo que nosotros deseamos. Es una forma de manipulación sin entrar en interacción con la otra persona. Aunque ya no solo hacia personas, sino también a situaciones deseadas, o de las que queremos librarnos. Para este tipo de cuestiones no existe ninguna base científica. Estos rituales se basan en tradiciones y creencias ancestrales que existen desde hace muchos siglos.
La psicología y la ciencia dan explicaciones a estos temas, de por qué son cuestiones que han ido captando creyentes con el paso del tiempo durante siglos y siglos. Estaríamos hablando de estos fenómenos psicológicos:
Sugestión
A través de los hechizos quienes los piden, cuando ya se han realizado, el comportamiento cambia, se tiene una esperanza y una especial predisposición para que suceda. Al creer fervientemente que es algo que va a funcionar, todos los recursos con los que cuenta la persona se ponen inmediatamente en funcionamiento para que si existe alguna manera en la que se pueda influir, este aspecto influya, sin duda. A través de la sugestión se tiene el convencimiento de que algo va a ocurrir, y todo lleva a que ocurra, poniendo un especial énfasis. Aunque no hayan resultados, el individuo sigue pensando que hay cambios y que en algún momento ocurrirá lo que espera.
Placebo
Finalmente, cuando se han puesto todos los recursos en marcha, y el individuo se ha convencido de que en algún momento ocurrirá lo que necesita que ocurra. Cualquier movimiento o cambio lo entiende como que ha funcionado el hechizo. Es así como el efecto placebo se pone en funcionamiento. No importa lo que hubiese hecho, habría pasado, seguramente, exactamente lo mismo. Simplemente que lo atribuye a los rituales que se han puesto en marcha para que ocurra.
La postura de la psicología y la ciencia en general es clara al respecto. Desde esta perspectiva se puede explicar a través de estos fenómenos psicológicos. Desde una postura espiritual, los creyentes tienen otra visión, en la que pueden ofrecer cualquier tipo de hipótesis proveniente de las tradiciones.
