Síndrome de la fatiga crónica: Un trastorno del cansancio físico y mental

La fatiga es algo muy común en todos los seres humanos. Sin embargo, el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) es un fenómeno complejo que afecta significativamente a la persona que lo padece ya que no permite que el individuo tenga una calidad de vida normal, llegando a afectar su vida social y laboral.

 

Según especialistas, la fatiga crónica junto con el dolor de garganta, la gripe, dolores abdominales, vértigos y las jaquecas, está contemplado en atención primaria. Esta afección no mejora con el descanso, por el contrario, la actividad física o mental puede llegar a empeorarla.

 

¿Cuáles son las causas?

 

La fatiga crónica puede aparecer por factores psicológicos y fundamentalmente por factores emocionales asociados a la depresión, trastornos de ansiedad (especialmente el trastorno de pánico) y trastornos somatoformes, que ocurren porque el paciente no puede verbalizar sus conflictos debido a una barrera emocional.

 

Se desconoce que haya un único factor causante, algunos investigadores señalan que puede ser producto de un virus, de un sistema inmunológico debilitado o desequilibrios hormonales.

¿Cómo saber si tengo fatiga crónica?

 

Los síntomas varían según la persona y la gravedad del trastorno. Pero, clínicamente hablando implica que se den ciertos criterios:

 

-Que la fatiga sea motivo de queja o preocupación.

-Si afecta significativamente al funcionamiento de la persona, en la vida cotidiana.

-Si la persona experimenta una fatiga prolongada por más de 6 meses, esta se define como fatiga crónica.

 

¿Cómo combatirla?

 

No existe una cura definitiva para este fenómeno, sin embargo, existen múltiples tratamientos que pueden ayudar a aliviar sus síntomas. Estos pueden ser beneficiosos para algunos, como no lo puede ser para otros, ya que varía para cada organismo.

 

  • El consumo de alimentos como el ginseng, el polen de abeja y la avena:

 

  • El ginseng combate la fatiga, este es un potente energizante natural que puede ser consumido en tés, pastillas, comprimidos, extractos o en su forma natural. Existen diversos tipos: el ginseng coreano que puede ser rojo o blanco según su momento de recolección, el ginseng americano y el ginseng siberiano. Además, tiene propiedades que estimulan la función cognitiva.

 

  • El polen de abeja contiene aminoácidos, proteínas, enzimas y otros nutrientes que ayudan a combatir la fatiga crónica, manteniendo el organismo en buenas condiciones, es por ello que está avalado también en el uso contra la anemia.

 

  • La avena es un noble grano, que estimula la concentración y se puede preparar en muchas formas para empezar el día.

 

Los cambios de rutina y estilo de vida:

 

  • Eliminar la ingesta de cafeína, nicotina y alcohol. Esto le permitirá dormir mejor.
  • Generar una rutina de sueño, durmiendo y despertando a la misma hora.
  • Salir a caminar podría ayudarte a despejar la mente y no implica mucho esfuerzo.

 

De acuerdo a investigaciones científicas la terapia cognitivo-conductual ha representado un importante desarrollo frente a la mejora de la fatiga crónica. Esta consiste en combinaciones de terapia de habilidades de afrontamiento y control del ritmo de actividad.

Ingeniero informático, actualmente CEO y propietario de las empresas psiqueviva.com. Amo escribir y leer artículos interesantes e intento proporcionárselos a los usuarios de esta plataforma.

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