¿Qué es la asfixia perinatal?

La hipoxia tisular o la asfixia perinatal ya sea de mayor o menor intensidad, se caracteriza por una disminución o ausencia metabólica de oxigeno o glucosa, que incrementa la muerte neuronal por necrosis o apoptosis. Estos efectos presentan mayores consecuencias cuando se trata de niños, ya que las afectaciones son mayores en su desarrollo mental, puesto que aún existen regiones cerebrales que no han tenido un proceso de madurez necesario para las funciones psicológicas superiores, así como funciones inferiores sensio-motoras que son de suma importancia para seguir avanzando en el desarrollo del niño.
¿Cómo ocurre la asfixia perinatal?
Los desencadenantes para que ocurra una hipoxia tisular pueden ser provenientes de lesiones agudas en el SNC, como trastornos craneoencefálicos (TCE), accidentes cerebrovasculares (ACV) o asfixias (ASF). Entre estas lesiones agudas se da con menor frecuencia en los niños los ACV que se produce en niños prematuros, o malformaciones en venas y arterias cerebrales, en cardiopatías severas o en anemia falciforme. Según los últimos informes las lesiones por TCE o ASF se han incrementado debido a una mayor tasa de accidentes automovilísticos, accidentes por descuidos de los padres o caídas y golpes mientras jugaban.
La asfixia puede ser perinatal, por ahogamiento o por un paro cardiorrespiratorio. La asfixia más frecuente suele ser perinatal. Se debe a una falta de oxígeno que puede ocurrir antes del nacimiento, durante el embarazo, el parto o después del nacimiento, si no es tratada a tiempo con rapidez puede agravarse la patología considerablemente.
Los factores más frecuentes asociados a la asfixia perinatal
Factores preparto | Factores intraparto |
Hipertensión con toxemia gravídica | Distocia de presentación |
Anemia o iso-inmunización | Actividad fetal disminuida |
Hemorragia aguda | Frecuencia cardíaca fetal anormal |
Infección materna | Meconio en líquido amniótico |
Diabetes | Hipertonía uterina |
Rotura Prematura de membranas | Prolapso de cordón |
Gestación post-término | Circulares irreductibles |
La gran mayoría de asfixias perinatales suelen ser de origen intrauterino, durante el parto en la expulsión (85%). La incidencia de asfixia, teniendo en cuenta la definición diagnóstica en los diferentes centros de salud, se estima en alrededor de un 0,2% a un 0,4% de los recién nacidos.
Las principales regiones cerebrales afectadas por estas lesiones isquémicas-hipóxicas, son el hipocampo, influyendo en el deterioro de la memoria, el stratum, afectando a las emociones, y las regiones frontales que intervienen en la motricidad. Estas regiones son especialmente vulnerables a la falta de oxígeno, en el desarrollo cerebral del niño, ya que son regiones psicológicas superiores en periodo de formación para el apoyo en el aprendizaje del niño. El grado en el que se vean afectadas dependerá en la intensidad y duración de la asfixia.
Actualmente los indicadores que se estiman para el diagnóstico de asfixia perinatal son: el puntaje de Apgar entre 0-3 después del 5º minuto y la acidosis metabólica, un pH inferior a 7.00 en la arteria umbilical.