Abandonar los pensamientos de escasez es crucial si queremos una vida plena y llena de abundancia, y en esto interfiere con gran peso las creencias que tengamos sobre la realidad.
Los estudios confirman que las creencias son estados mentales dotados de contenido representacional, susceptible de ser verdadero o falso. Esto nos da una idea de cuánto pueden influir las creencias en nuestra forma de vida.
Todos los pensamientos que tenemos sobre la realidad tienen el poder para transformarla, ya que los mismos influyen en nuestras actitudes y acciones
De hecho, algunas investigaciones se han atrevido a afirmar que nosotros no nos relacionamos con la realidad en sí, sino con la representación mental que hacemos de ella.
De manera que, muchas veces actuamos de forma inconsciente y por esto es que hay personas que viven conectadas con la escasez más que con la abundancia.
Las personas con pensamientos de escasez tienen poca capacidad para vislumbrar las oportunidades de crecimiento, puesto que se enfocan más en las carencias y la miseria.
Estas personas también suelen quejarse mucho y son imanes para las situaciones desastrosas, porque los pensamientos que predominan en ellos son catastróficos.
La visión que tengamos del mundo y las creencias que hemos almacenado sobre la realidad incidirán positiva o negativamente sobre nuestro bienestar y en los hechos que nos toque vivir.
¿Tienes pensamientos de escasez?
Antes de comenzar a tomar acciones, es preciso comprender si una persona tiene pensamientos de escasez o no.
Por ejemplo, cuando una persona está dominada por pensamientos de escasez todo lo que percibe son obstáculos e impedimentos.
Sin embargo, cuando predomina la abundancia la persona es capaz de ser como la flor de loto que florece sin importar cuán pantanosas sean las aguas en las que se encuentre.
Vale resaltar que, se puede tener escasez en muchos ámbitos de la vida, tales como:
- Empleo
- Amor
- Salud
- Académico
- Negocios, entre otros.
Algunas señales de que estás anclado a los pensamientos de escasez son las siguientes:
- Hacen comparaciones frecuentemente: cuando esto ocurre, generalmente, las comparaciones son negativas. La persona con pensamientos de escasez observa el trabajo de los demás y lo ve como algo grandioso, pero lo propio lo observa como poco, insuficiente. Se puede utilizar la figura de alguien más, pero como inspiración, no para quedar como minusválido.
- Son personas individualistas: que no saben jugar en equipo. No ven las ganancias para ambos, sino que se enfocan solo en sí mismos. En estos perfiles, la envidia es el sentimiento que predomina. Lamentablemente, no llegan muy lejos, sino que permanecen en la carencia porque para crecer se requiere del trabajo en conjunto. Juntos somos y hacemos más.
- Son amigos de las excusas: para justificar que nunca pueden hacer nada, por “falta de tiempo”, “falta de recursos”, “falta de apoyo”, entre otras. Para estas personas, el papel de víctima es el mejor.
- Usan frases pobres para describirse: “soy muy tímido”, “no sé cómo hablar el público”, “no tengo el dinero suficiente para invertir”, “no tengo el apoyo de mi jefe”, “estoy solo”, “no cuento con nadie”, “no puedo”. Todo es negativo en sus vidas.
- Su vocabulario es pobre: las personas con pensamientos de escasez se reconocen fácilmente por su forma pobre de expresarse. Usualmente, emplean frases como: “hay que conformarse con lo que hay”, “debemos aceptar lo que tenemos y ya”, “los demás tienen más oportunidades”, y otras similares. La pobreza de su lenguaje siempre delata las penurias que existen en sus mentes.
- Les alegra el fracaso ajeno: en lugar de unirse a otros para celebrar sus logros. También, suelen criticar, pero jamás hacer algo por sus vidas. Estas con las personas que se sientan en el sofá y se detienen a ver cómo los demás tienen intentos fallidos, mientras que ellos ni siquiera lo intentan.
- No trabajan con objetivos: a corto y a largo plazo. Su vida va a la deriva. Resuelven el día a día y lo demás no les parece preocupar.
Obviamente, quienes viven de esta manera, están dominados por pensamientos de escasez y sus vidas nunca progresan, pero, ¿qué tal si pudiesen cambiar la forma de pensar y comenzaran a vivir en abundancia?
Cómo vivir en abundancia
Para soltar los pensamientos de escasez y vivir en abundancia, sigue las siguientes recomendaciones. Recuerda que los pensamientos pueden ser cambiados y con ellos también nuestro estilo de vida.
Pautas para vivir en abundancia
Para que la abundancia llegue a nuestra vida, lo primero que debemos hacer es trabajar sobre nuestras creencias.
- ¿Qué mensajes tengo en mi mente sobre el dinero?: ¿Cuándo era pequeño me dijeron que el dinero “era sucio”, “era malo”? Muchas personas tienen estos mensajes internalizados. Es momento de transformarlos por unos diferentes: “el dinero es bueno y me puede ayudar a solucionar muchas situaciones”, por ejemplo. Todas las creencias negativas sobre el dinero deben ser modificadas por unas positivas.
- Rodéate de personas abundantes: aquellas personas que aman emprender, que no aceptan un “no” como respuesta, que son optimistas y siempre buscan más. Esto equivale a alejarse de aquellas personas que solo viven quejándose, sin hacer nada por cambiar su situación, y se conforman con lo que “les ha tocado en la vida”.
- Profundiza en tus habilidades sociales: a medida que te relaciones con más personas, también podrás crear nuevas alianzas, comenzar nuevos negocios y tendrás nuevas oportunidades de generar dinero, empleo y hábitos saludables. Recuerda que la abundancia se manifiesta en todos los ámbitos de nuestra vida.
- Trabaja con metas: que sean realistas, y con objetivos por cumplir a corto y a largo plazo. Jamás vayas por la vida como una hoja arrastrada por el viento. Establece metas prioritarias.
- Practica la gratitud: y agradece por cada una de las cosas buenas que hay en tu vida. Seguramente hay muchas, pero el pesimismo no te permite verlas.
- Prémiate: por cada vez que alcances un logro. Esos pequeños premios (un regalo, una salida, una comida preferida) te incentivan para ir por más.
- Comparte: para que todo regrese multiplicado a ti.
Recuerda que ser feliz es una elección. No permitas que las circunstancias se sobrepongan. Lleva tú la dirección de tu vida.
Bibliografía:
- Dyer, W. (1976). Tus zonas erróneas. Estados Unidos.
- Diez Patricio, A., & Díez Patricio, A. (2017). Más sobre la interpretación (II): ideas y creencias. Revista de La Asociación Española de Neuropsiquiatría.
- Lipton, B. (2003). La biologia de la creencia. In Palmyra.
- Ortega y Gasset, J. (2010). Ideas y Creencias. Omegalfa.