El trastorno de ansiedad por separación, es el único trastorno de ansiedad que el Manual de Clasificación de Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM) incluye como exclusivamente de inicio en la infancia o adolescencia. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud desde su Clasificación Internacional de la Enfermedades (CIE) reúne los siguientes trastornos dentro del apartado “Trastornos de las Emociones de comienzo habitual en la infancia”:
- Trastorno de ansiedad fóbica en la infancia.
- Trastorno de Hipersensibilidad social de la infancia.
- Trastorno de rivalidad entre hermanos.
- Trastorno de Ansiedad de separación.
Qué es el trastorno de ansiedad por separación
El Trastorno de ansiedad por separación hace referencia a personas menores de 18 años que manifiestan una gran ansiedad con respecto al alejamiento o separación de su hogar o las figuras principales con quien está vinculado.
El DSM- 5 establece como criterios diagnósticos al menos 3 de los siguientes:
- Malestar excesivo recurrente cuando ocurre o se anticipa una separación respecto del hogar o principales figuras de apego.
- Preocupación excesiva y persistente por la posible pérdida de las principales figuras vinculadas o que éstas sufran un posible daño.
- Preocupación excesiva y persistente por la posibilidad de que un acontecimiento adverso dé lugar a la separación de una figura vinculada importante (extraviarse, ser secuestrado…).
- Resistencia o negativa persistente a ir a la escuela o a cualquier otro sitio por miedo a la separación.
- Resistencia o miedo persistente o excesivo a estar sólo en casa o sin las principales figuras de apego.
- Negativa o resistencia persistente a ir a dormir sin tener cerca una figura vinculada importante o ir a dormir fuera de casa.
- Pesadillas repetidas con temática de separación.
- Quejas repetidas de síntomas físicos (cefaleas, náuseas, vómitos…) cuando ocurre o se anticipa la separación respecto de figuras importantes de vinculación.
El trastorno ha de durar al menos un mes, provoca en la persona un malestar significativo y causa deterioro en áreas importantes de la vida del niño, como es el colegio, el trabajo o las relaciones sociales.
Para la CIE-10 el trastorno debe aparecer antes de los 6 años y durar al menos 1 mes. Además no debe existir un trastorno por ansiedad generalizada en la infancia (la ansiedad no se limita a las situaciones de separación), ni alteraciones generalizadas del desarrollo de la personalidad o del comportamiento, trastornos psicóticos o trastornos por el uso de sustancias psicoactivas.
Estos niños suelen ser descritos como exigentes, intrusivos y necesitados de atención constante.
Prevalencia, curso y pronóstico
El DSM no concreta una prevalencia exacta de este trastorno pero es claro al resaltar que es uno de los trastornos de ansiedad más frecuentes en el niño.
En términos generales se estima una prevalencia en torno al 4%, disminuyendo ésta cifra después de la primera parte de la niñez y siendo muy infrecuente en la adolescencia.
En la población general es más frecuente en niñas, sin embargo, en población clínica las diferencias en cuanto al sexo desaparecen.
El diagnóstico diferencial más importante es con respecto a la fobia escolar y el rechazo escolar.
El pronóstico más favorable se reserva para niños pequeños y de manifestaciones repentinas de rechazo escolar o miedo a la separación.
Factores relacionados con el origen del Trastorno de Ansiedad por Separación
Varios estudios clínicos indican que el inicio de este trastorno a menudo se produce después de algún tipo de experiencia vital estresante como por ejemplo un accidente de tráfico o una enfermedad grave de alguno de los progenitores.
Igualmente, los padres con altos niveles de ansiedad y que tienen pautas protectoras podrían contribuir al origen del trastorno en el niño.
También se propone que los factores temperamentales recurrentes del niño pueden predisponer a desarrollar este cuadro clínico. En concreto se habla de variables temperamentales como el retraimiento social e inhibición conductual.
Desde el enfoque Conductual se explica el trastorno aludiendo al aprendizaje de una respuesta de evitación debido a una asociación entre el colegio y un miedo intenso previamente existente a la pérdida de los padres. Una vez producida la evitación, ésta quedaría reforzada por la atención paterna, juguetes u otros reforzadores.
Tratamiento psicológico
El tratamiento cognitivo-conductual de la ansiedad por separación se basa en enseñar al niño algunas habilidades fundamentales. Se enseña al niño a reconocer sentimientos ansiosos relativos a la separación, así como a identificar sus reacciones físicas ante ellos. A reconocer sus pensamientos ante las situaciones de separación y a desarrollar un plan para afrontar la situación.
También se instruye al niño sobre cómo evaluar y valorar el éxito de sus estrategias positivas de afrontamiento. Además, se utilizan estrategias de comportamiento como: modelos, juegos de rol, técnicas de relajación y prácticas de refuerzo. Se le pide que hagan una lista de situaciones que puedan resultar un reto para ellos como pueden ser: asistir a una fiesta de cumpleaños sin sus padres o permanecer en casa con una “canguro” y se les enseña a aplicar sus habilidades gradualmente, siendo sus éxitos bien valorados por los terapeutas y por sus padres.
Bibliografía
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http://www.actad.org/actad_cas/ansiedad_por_separacion.php