Jugar debería ser siempre sólo eso, un juego. La mayoría de nosotros puede pasar una noche divertida en un casino, apostando algo de dinero para ver si la suerte está de nuestro lado o no. Sin embargo, para algunas personas, eso que empieza como una diversión deriva en un camino que puede llevar a adicción. En ese momento hay que detectar los problemas con la adicción al juego y poder activar un tratamiento correcto para controlarlo.
Los juegos de azar como las ruletas, las cartas o las tragaperras activan en el cerebro de las personas un mecanismo de goce, satisfacción y recompensa que, mal compensado, puede ser incontrolable. Por eso, también las empresas de juegos de apuestas virtuales, poseen programas de juego responsable para evitar caer en adicciones.
Todas las actividades de apuestas provocan en el cerebro del jugador grandes dosis de dopamina, que corre del torrente sanguíneo hasta el corazón, mientras acelera las pulsaciones ante un estímulo de peligro o emoción. La emoción se siente cuando estamos frente a la bola girando sobre la ruleta, las imágenes de la tragaperras girando o esperando que el crupier gire la carta que necesitamos para conseguir el póker deseado.
La recompensa del triunfo, del acierto (más allá del dinero apostado) libera la sensación de felicidad que el jugador al que le cuesta controlarse necesita volver a vivir rápidamente. Aquí es donde empieza el camino de la adicción.
Síntomas o problemas con la adicción al juego
No se puede parar
El jugador adicto no puede dejar de dilapidar dinero y tiempo. Muchos se ponen una cantidad de tiempo límite para apostar o una cantidad de dinero máxima para jugar que, una vez alcanzada, vuelven a estirar para no abandonar la mesa de juego, ya sea real o virtual.
Se juega con dinero que no debería perderse
Normalmente, las personas que juegan por diversión tienen destinada una cantidad de dinero reservada para ese fin, que le sobra luego de cumplir con todas sus necesidades. El adicto juego con dinero que debería usarse en pago de obligaciones, ropa, dinero o alimento. O juega con dinero que no tiene, acudiendo a, por ejemplo, una hipoteca de su propia casa.
No se disfruta con las apuestas
Los euros apostados deben ser destinados a la diversión. Si la apuesta es para olvidar problemas o una acción compulsiva, se está ante un problema.
Se juega para recuperar lo perdido
“El casino siempre gana”, es una frase que el adicto al juego siempre intenta contradecir. Pero seguir jugando para recuperar dinero es un grave error, porque la desesperación puede llevar al apostador a cometer errores que solamente le generarán mayores pérdidas.
Cada vez se apuesta más dinero
La adrenalina que genera el juego impulsa al adicto a jugar cada vez más dinero para seguir sintiendo la misma emoción que al comienzo de la actividad.
No interesa como se consigue el dinero para jugar
Es un síntoma extremo. La desesperación es tan grande que el jugador recurre a métodos peligrosos (hipotecas, préstamos difíciles de devolver) o ilegales (robo, estafas) para conseguir los euros necesarios para seguir apostando.
El juego está antes que otras cosas importantes
Se puede apostar las 24 horas del día. Pero si aún con esa posibilidad, prefieres estar en una mesa de juego antes que en un momento importante con tu familia, amigos o trabajo, es otro síntoma de problemas con la adicción al juego.
Cambios en el carácter
Si la apuesta no se disfruta, la frustración llevará al jugador al enojo y el maltrato a las personas más cercanas. Y la negación a eso. Por eso, es clave reconocer este síntoma lo antes posible y tomar medidas.
La negación
Aunque todo el mundo alrededor le marque los síntomas que ya describimos anteriormente, el adicto al juego siempre tendrá una excusa para justificarlos y negar que sea a raíz de tener problemas con la adicción al juego.
Tendencias suicidas
Este es el último escalón y suele ir acompañado de fuertes deudas.
Tratamiento para los problemas con la adicción al juego
El tratamiento de la ludopatía puede ser difícil. El primer paso es vencer la negación de tener un problema con la adicción al juego. Es posible que el adicto llegue a la primera consulta presionado por alguna persona de su círculo íntimo, sea familia, amigos o empleador. En ese caso, es muy probable que el tratamiento fracase, ya que es necesario contar con el compromiso de la persona enferma.
El tratamiento de la ludopatía puede incluir un trabajo combinado de diferentes disciplinas.
Terapia
La terapia conductual o la terapia cognitiva conductual pueden ser útiles para controlar la ludopatía. La terapia conductual utilizará la exposición sistemática a la conducta que la persona desea olvidar y le brindará herramientas para disminuir la necesidad de apostar.
En cambio, la terapia cognitiva conductual se enfocará en identificar las creencias enfermizas, irracionales y negativas del adicto y reemplazarlas por las que son positivas y sanas. Seguramente que una terapia familiar puede ser un gran apoyo.
Medicamentos
Estabilizadores del estado de ánimo y antidepresivos combaten los problemas que por lo general acompañan la ludopatía. Estos problemas son el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), la depresión o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Existen medicamentos llamados antagonistas de los estupefacientes, que sirven en el tratamiento del abuso de sustancias, que pueden ayudar a tratar a las personas con ludopatía.
Grupos de autoayuda
Algunas personas descubren que hablar con otras que padecen su mismo problema puede ayudarlos a transitar el tratamiento.
Profesionales de la psicología
Si te encuentras en alguna situación de riesgo puedes ponerte en contacto con algunos de los profesionales que tenemos en el directorio de nuestra web, psicólogos de España.