En la terapia Gestalt resulta fundamental la unión entre la teoría y la práctica, ya que su valor reside en el proceso vivencial de los terapeutas, y de cualquier persona interesada en su propio desarrollo personal; experimentando todos los conocimientos que hay que ir integrando.
Los principales representantes que desarrollaron la terapia Gestalt fueron el psiquiatra Fritzs Perls, la psicóloga Laura Perls y el sociólogo Paul Goodman. En los años 60 la Gestalt se dividió en una parte más teórica y filosófica que sería la propuesta por Laura Perls, y una parte más práctica y vivencial, la propuesta por parte de Fritzs Perls.
En este artículo abordaremos la corriente de Fritzs Perls, de donde parte la formación de terapeutas gestálticos y de toda aquella persona que esté interesada en involucrarse en su propio proceso de desarrollo personal. La psiquiatría y psicología son las disciplinas que mejor desarrollan esta terapia en el ámbito profesional, en un contexto ecléctico y humanista.
La terapia Gestalt propone una experiencia real de crecimiento personal, en la que el individuo se responsabiliza y adquiere el compromiso de involucrarse en lo que son características esenciales de todo ser humano, como la espontaneidad, fluidez y creatividad. Permitiendo sanar su experiencia en cómo se relaciona consigo mismo y en consecuencia con los demás.
Desarrollando el potencial humano en la terapia Gestalt
La terapia gestalt lejos de ser una terapia que se centre en la patología, interviene en las potencialidades humanas ayudando a resolver los asuntos inconclusos, que son los que impiden que la persona exprese libremente sus emociones, y no se permita de forma espontánea acceder a sus recursos, y al reconocimiento de sí mismo; como una persona madura que asume la responsabilidad de sus acciones.
Hacernos cargo de nuestra propia experiencia es lo que promueve entre otras muchas cosas la terapia Gestalt, y no lo hace solo mediante teoría, la formación se realiza en un grupo de personas donde se interactúa a través de diversos ejercicios, en los cuales todos los alumnos tienen la oportunidad de vivenciar y tomar consciencia de cómo en su interacción diaria con los demás están evitando, atrayendo y provocando todo lo que les acontece. Tanto el malestar como las propias alegrías, forman parte de una actitud ante la vida, de un saber estar genuino ante la experiencia.
«Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.»
-Benjamin Franklin
Experimentar las emociones y aprender de ellas
Acostumbramos de forma inconsciente a evitar ciertas emociones que nos provocan las situaciones que vivimos, por la educación que hemos recibido y por las relaciones que mantenemos dentro de nuestra cultura. La integridad del ser humano depende en gran medida de cómo experimenta algo tan natural y necesario como son las emociones.
Aprendiendo a dejarlas fluir nos liberamos del sufrimiento innecesario y del malestar que provoca el reprimir las emociones como la tristeza y el enfado. Tomar consciencia de esto es un gran paso para responsabilizarse de cómo nos afecta aquello que intentamos evitar, y por lo tanto dar solución a lo que nos produce malestar, bajo un conflicto que nosotros mismos hemos provocado; que no es otra cosa que como respondemos ante tales experiencias, y no a cómo los demás actúan o se comportan con nosotros cayendo así en la culpabilización.
Las emociones que se desarrollan en el momento presente, aquí y ahora, son las que más valor tienen, puesto que reconociéndolas, actuamos en consecuencia dándonos cuenta de su influencia, de tal manera que nos podamos responsabilizar y actuar de modo consciente ante la situación que vivenciamos, aprendiendo de la experiencia y la emoción asociada. Responsabilizándonos de nuestras emociones adquirimos un conocimiento útil y profundo acerca de nosotros mismos..
«Todo lo que nos irrita de los otros puede llevarnos a un mejor conocimiento de nosotros mismos.»
-Carl Gustav Jung
La formación en terapia Gestalt nos recuerda que somos una totalidad compuesta por lo físico, espiritual, afectivo, social y cognitivo. Es importante tener en cuenta cada una de estas dimensiones, ya que contribuyen a nuestra experiencia de vida, en relación a la interacción del organismo con su entorno.
Comprenderlo, asumir y aceptar cómo se relacionan cada una de las partes que nos conforman como un conjunto, es donde se encuentra la clave para reconocernos y hacernos cargo de nuestra experiencia.
Estos son los preceptos básicos de la terapia Gestalt:
Preceptos básicos de la terapia gestalt
1.- Vive ahora, es decir, preocúpate del presente más que del pasado o el futuro.
2.- Vive aquí, es decir, relaciónate más con lo presente que con lo ausente.
3.- Deja de imaginar: experimenta lo real.
4.- Abandona los pensamientos innecesarios; más bien siente y observa.
5.- Prefiere expresar antes que manipular, explicar, justificar o juzgar.
6.- Entrégate al desagrado y al dolor tal como al placer; no restrinjas tu percatarte.
7.- No aceptes ningún otro debería o tendría más que el tuyo propio.
8.- Responsabilízate plenamente de tus acciones, sentimientos y pensamientos.
9.- Acepta ser como eres.
«La terapia gestáltica se distingue más por lo que evita hacer que por lo que hace. Sostiene que basta con estar conscientes; que para que se produzca un cambio no se necesita nada más que presencia, estar consciente y responsabilidad.» (Claudio Naranjo)
debo darte las gracias por este hermoso articulo,en el que nos invitas de alguna manera a buscar dentro nuestro para conocernos mejor y asi estar en armonia consigo mismo y es a traves de ese reconocimiento que establecemos una mejor interaccion con nuestro entorno.-