La Terapia de Aceptación y Compromiso, ACT consiste en una forma de psicoterapia caracterizada por orientarse a clarificar los valores personales, además de la acción comprometida en coherencia con estos valores, con el propósito de crear una vida significativa y rica. Entre los mensajes centrales está la aceptación de todo aquello que se encuentra fuera del control personal, así como el compromiso que se debe tener con las acciones que enriquezcan y mejoren la vida, abandonando de la pelea contra lo inevitable.
¿Qué propone la terapia de aceptación y compromiso?
La ACT se fundamenta en la idea de que el sufrimiento de la persona es inherente a la condición humana, esto implica que el mismo, forma parte de su vida y de que es posible aprender a vivir de manera tal que no represente una limitación para actuar conforme a los valores propios.
Dicho en palabras más sencillas: no es necesario esperar a estar bien (sin miedo, recuerdos desagradables, tristeza o pensamientos recurrentes de preocupación) para comenzar a vivir bien haciendo lo que para cada uno representa una buena vida. Se entiende que el concentrar los esfuerzos para encarar el malestar resulta contraproducente debido a conlleva a evitar las experiencias, a la rigidez psicológica y a un espacio vital cada vez más pobre y reducido.
La ACT para el estrés
En la actualidad, la terapia de aceptación y compromiso forma parte del grupo de las nuevas terapias de conducta de tercera generación utilizadas para liberar el estrés. Bien puede ser empleada de forma individual, con parejas o en grupo con una efectividad científicamente comprobada. El aceptar las cosas como simples experiencias sin importar lo negativas que sean, liberan a la persona de la ansiedad generada por intentar modificar lo incambiable.
En esta terapia, la intervención se encamina a la expansión del repertorio conductual, además de aumentar la flexibilidad psicológica en lugar de la reducción sintomática. Para lograrlo, se vale de una amplia gama de recursos donde se incluyen ejercicios experienciales, metáforas y estrategias de aceptación y atención plena a través de los cuales son desarrolladas habilidades relacionadas con los siguientes aspectos centrales:
- La defusión cognitiva: Concebir las imágenes, recuerdos, pensamientos y otras cogniciones como lo que son, palabras, piezas del lenguaje e imágenes, en lugar de como eventos que generan amenaza deben ser una reglas a obedecer.
- La aceptación: es hacer espacio a pensamientos, impulsos, sensaciones, emociones y permitirles “ir y venir” sin batallar contra ellos y mucho menos huir o dejarse atrapar.
- Acción Comprometida: implantar objetivos y metas que vayan en la dirección de los valores propios involucrándose en las acciones efectivas que permitan alcanzarlas.
- El contacto con el momento presente: el prestar atención a la experiencia en el aquí y ahora, con curiosidad, interés y receptividad, focalizándose y comprometiéndose plenamente con lo que se está realizando en todo instante.
- Valores: establecer lo que tiene mayor importancia al margen de los dictámenes externos, en este punto se debe definir qué tipo de personas se desea ser y qué es lo valioso y significativo de la vida.