Los miedos son comunes en chicos de todas las edades, forman parte del proceso de desarrollo evolutivo, generalmente son transitorios y no requieren tratamiento. Cuando un miedo se convierte en una barrera que impide a un niño llevar una vida normal, se dejan de hacer cosas por temor a enfrentarse a ellas y generan estados de ansiedad, es entonces cuando los miedos se convierten en fobias.
Una crisis de ansiedad puede ser el reflejo de experiencias traumáticas pasadas, y que afectan en el comportamiento actual a todos los niveles de la persona que lo padece.
Cuando el miedo se transforma en un trastorno
Cuando se trata de ciertos problemas de comportamiento de los niños, es muy importante tomar en consideración el aspecto. En la actualidad, existe la probabilidad de que cuatro de cada diez niños están experimentando fobia social o agorafobia, generando en ello temores ante situaciones sociales.
La psicología infantil es más compleja de lo que parece. Entonces, para comprender un poco el problema que afrontan los niños hoy en día, es preciso ir al pasado de su experiencia, más si tenemos presente que su vida social gira entorno de una gran parte de la tecnología.
Se observa que los miedos más comunes en la infancia se duplicaron y son llevados a un plano virtual. El uso en exceso de la tecnología trae importantes consecuencias para la salud aumentando considerablemente las cifras de consultas psicológicas relacionadas con muchas enfermedades como la depresión, aislamiento social, ansiedad, fobia entre otros problemas que ha abultado considerablemente las cifras de pacientes en edad infantil.
¿Cuándo acudir a un psicólogo infantil?
Existen señales de fobia social que expresan los niños que deben alertar a sus padres, como por ejemplo el rechazo a la escuela, la ansiedad por los exámenes, la incapacidad para hablar en clase, la timidez, las malas relaciones con los compañeros. Ante este tipo de ansiedad, la intervención de un psicologo infantil es necesaria, porque ayudaría al niño en salir de esa crisis que, de no remediarla a tiempo, podría afectar a su vida adulta.
¿Cuáles son las conductas que determina que un niño sufre fobia social?
Aunque parezca difícil de creer, un niño puede estar sufriendo fobia social si presenta algunas de las siguientes conductas:
- Su timidez va acompañada de ataques de ansiedad.
- Huye, no solo del contacto social, sino también de los espacios abiertos.
- Muestra actitudes muy deficientes para estudiar, para tratar con su familiar o para relacionarse con otras personas.
Es importante que como padres responsables busquen ante la aparición de cualquiera de dichos síntomas, la ayuda de psicólogos infantiles, ya que, dichos profesionales podrán darte una evaluación acertada del problema.
¿Cómo se pueden controlar las fobias en los niños?
El niño con fobia social siente miedo de que los demás se burlen de él. La manera más efectiva en que un niño pueda superar una fobia es ponerlo en control con especialistas. Un psicólogo infantil le ayudará a exponerse a lo que le teme de una manera segura y controlada, de forma gradual. De esa manera aprenderá a controlar la ansiedad y el miedo, a tener mayor seguridad y dominio en sí mismo.
¿Qué hacer cuando un niño sufre de agorafobia?
Cuando un niño sufre de agorafobia, lo puede manifestar durante cualquier actividad recreativa fuera de casa, puede presentarse durante una visita a la playa, campo o supermercado, convirtiendo el momento de aventura en algo espantoso. Por sus características, se les recomienda a los padres a llevar a sus hijos con un profesional para que les indique que acciones tomar ante un caso de aislamiento y de esta manera ofrecerle opciones para la diversión.
¿Cómo darse cuenta si el niño padece de agorafobia?
Aislarse de las demás personas y sobre todos de los niños de su misma edad, es el comportamiento inicial de un niño que padece agorafobia. Así mismo puede sufrir ataques de llantos, no le gusta jugar en grupo y siente depresión. Para ello, es fundamental fortalecer la comunicación entre los padres e hijo, motivo que les permitirá reconocer si existen cambios bruscos en su personalidad.
En cualquiera de los casos, es fundamental que todos los miembros de la familia se unan para ayudar al niño a superar el padecimiento de cualquier trastorno. Si notas que los intentos colectivos para ayudarlos no surten efectos, debes inmediatamente usar los servicios de profesionales y si te encuentras en Madrid puedes disfrutar de los beneficios de un psicologo en Madrid, especialistas del área que ofrecen terapias para niños, adolescentes y adultos.