25 distorsiones cognitivas frecuentes

Distorsiones cognitivas

Todas las personas estamos continuamente generando multitud de distorsiones cognitivas de las que no somos conscientes. En este artículo detallaremos algunas de las más importantesa que de alguna forma gobiernan nuestras vidas.

¿Qué son las distorsiones cognitivas?

Las distorsiones cognitivas están conformadas bajo esquemas que nos hacen interpretar las situaciones de un modo particular, estos hechos generalmente generan multiples consecuencias negativas. Tendemos a las interpretaciones, y tenemos automatizados los prejuicios que nos hacen juzgar a las situaciones y a las personas deliberadamente. Es así como aparecen las malinterpretaciones y los conflictos. Si aprendemos a identificar nuestras distorsiones cognitivas, seremos a su vez más comprensivos y consecuentes con nuestros valores.

A continuación detallaremos algunas de las distorsiones cognitivas más comunes.

Principales distorsiones cognitivas

  • Personalización: Tomarse como personal cosas que probablemente no lo sean. Ver como consecuencia de nuestros actos todo lo que ocurre en nuestro entorno sin considerar ninguna otra posibilidad. Por ejemplo, si alguien se dirige a nosotros de forma brusca pensaremos que es debido a que está enfadado con nosotros.
  • Leer la mente: Creer saber lo que está pensando una persona cuando en realidad podrían estar pensando en otra. Por ejemplo, si alguien te mira por la calle creer que está pensando en lo mal vestido que vas.
  • Predicciones negativas: Sobreestimar la probabilidad de que una acción tenga un resultado negativo.
  • Subestimar la capacidad de afrontamiento: Subestimar tu capacidad para hacer frente a los acontecimientos negativos.
  • Catastrofismo: Pensar constantemente en sucesos desagradables y catástrofes.
  • Prestar más atención a los signos de rechazo social que a los de aceptación: Por ejemplo, mientras estás contando algo, prestar más atención al bostezo de uno de los oyentes que a las muestras de interés de todos los demás.
  • Recordar sólo los aspectos negativos: Por ejemplo, recordad sólo que durante una conferencia te quedaste unos segundos en blanco pero no recordar en enorme aplauso que recibiste al terminar.
  • Creer que la falta de efusividad es algo malo: Pensar que porque alguien no termine un SMS con un smiley está enfadado contigo.
  • Estándares excesivos: Establecer estándares de logro excesivamente altos para prevenir el rechazo. Creer que si cometes un error los demás creerán que eres un inútil.
  • Derechos especiales: Creer que las normas que rigen para todos los demás no se deben aplicar contigo.
  • Creer que todo lo que ocurre es justo: Por ejemplo, pensar que si los pobres son pobres es porque lo merecen.
  • Ver una situación sólo desde tu propia perspectiva.
  • Creer que la auto-crítica es un método efectivo de motivarte hacia un mejor comportamiento.
  • Creer que los sentimientos influyen en el comportamiento pero que no ocurre a la inversa: Por ejemplo, “Cuando tenga energía haré ejercicio” en lugar de “Haciendo ejercicio me sentiré con más energía”.
  • Pensamiento “todo o nada”: Interpretar el mundo en términos absolutos. Por ejemplo, “Si no consigo TODO sobresalientes será un fracaso” o “NADIE me trata bien”.
  • Usar los sentimientos como base de tus juicios aun cuando las pruebas objetivas no los sustentan: Por ejemplo, “Aunque me he lavado las manos tres veces no me siento limpio. Me las volveré a lavar” (ejemplo de trastorno obsesivo compulsivo).
  • Tomar decisiones  basándose en costes irrecuperables: Por ejemplo, invertir más dinero en un negocio que ya está hundido porque, ya que habías invertido tanto antes, no vas a dejarlo así.
  • Engaños: Mantener creencias fijas y falsas a pesar de la las pruebas indican lo contrario.
  • Asumir que los sentimientos actuales se mantendrán inmutables en el futuro: Por ejemplo, “Me siento incapaz de afrontar esto hoy, por lo que jamás seré capaz de afrontarlo”.
  • Etiquetado cognitivo: Por ejemplo, etiquetar mentalmente al novio de tu hermana como un idiota y no estar dispuesto a aceptar ninguna prueba que sugiera lo contrario.
  • El efecto halo: Por ejemplo, percibir una comida con muchas calorías como si tuviese menos al acompañarla de una ensalada, o creer que alguien que acabamos de conocer y nos ha caído bien será por extensión listo y sincero.
  • Minimización: Por ejemplo, “Sí, he ganado el Premio Nobel, pero eso no significa que haya conseguido sea bueno en mi campo”.
  • Centrarse en el dinero ahorrado en una compra en lugar de en lo que se ha gastado: Centrarse en el porcentaje de ahorro anunciado en vez de preguntase si se habría comprado eso a ese mismo precio si no estuviese anunciado como rebaja.
  • Tendencia a preferir las cosas familiares: Nos gusta la familiaridad, es en parte por esto por lo que existe la fidelidad hacia las marcas y se pagan en muchas ocasiones precios inflados por marcas conocidas en lugar de probar con una nueva.
  • The Peak-End Rule: Tendemos a recordar con mucha más intensidad cómo nos sentíamos al final de un acontecimiento que cómo nos sentimos en el pico de máxima excitación de dicho acontecimiento. Por ejemplo, si vamos a una fiesta y nos lo pasamos genial, pero al final tenemos una pequeña discusión con alguien, en el futuro esa pequeña experiencia negativa eclipsará los buenos momentos que vivimos en la fiesta.

Esta entrada es una traducción de un artículo publicado por la Doctora Alice Boyes en Psychology Today.

Ingeniero informático, actualmente CEO y propietario de las empresas psiqueviva.com. Amo escribir y leer artículos interesantes e intento proporcionárselos a los usuarios de esta plataforma.

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